Todos hemos disfrutado, en algún momento de nuestra vida, de una agradable velada acompañada de amigos, exquisitos manjares regados con vinos ejemplares.
Hasta aquí todo perfecto. El problema reside cuando nos percatamos de que una de las botellas de vino se encuentra por la mitad… ¡no hay problema! Aunque lo ideal habría sido apurar esa botella hasta el final, tenemos preparados algunas consejos que ayudarán a mejorar el estado del vino a corto plazo.
Tapar con corcho y a la nevera: Una opción es ponerle el corcho a la botella e introducirla en la nevera. Allí permanecerá a temperatura baja por lo que ralentizará el proceso de avinagramiento producido por el oxígeno. En el caso de los vinos tintos, que se deben tomar entre 16 y 18°C de temperatura, debemos conservarlo en el frigorífico y sacarlo aproximadamente una hora antes de consumirlo para que se atempere. Si hablamos de vinos blancos y rosados se pueden consumir directamente, ya que se suelen tomar frescos.
Autbombas: La segunda opción es utilizar autobombas, elementos que se pueden adquirir fácilmente en vinotecas y tiendas especializadas. Con ellas se extrae el oxígeno de la botella, aunque se corre el riesgo de extraer también los aromas del vino.
Nitrógeno: Otra opción es cambiar el oxígeno por nitrógeno, un gas inerte que paralizará el proceso de avinagramiento durante dos o tres semanas. Para ello, es necesario un artilugio específico.
Reutilizarlo: La última de las opciones es que todo vino que ha perdido su carácter, es decir, que no sabe como el recién descorchado, es un vino ideal para cocinar. En ese caso, debemos guardarlo en la nevera y usarlo en el próximo estofado, si es tinto, o una crema ácida en el caso de los blancos.
Para evitar llegar a esta última situación, busca siempre alguien con el que disfrutar del vino, con el que compartir todos los momentos asociados a una buena copa y no te apures, los vinos de Toro aguantan varios días antes de estropearse.